ANSIEDAD Q ES Y COMO SON
- Elizabeth Cer
- 21 nov 2020
- 4 Min. de lectura
¿Qué es la sanación energética? | La historia de la sanación energética. | Tipos de sanación energética | Cómo funcionan los chakras en la sanación energética | Cómo las emociones atrapadas pueden causar un desequilibrio en los chakras | Cómo puedes convertirte en un sanador de energía
Solo en los Estados Unidos, hay un estimado de 54 milliones de personas mayores de 12 años han abusado de medicamentos recetados al menos una vez en su vida. Esta asombrosa estadística destaca cuán grave puede ser un riesgo para la salud pública, como los opioides recetados, los depresores del sistema nervioso central y los estimulantes. Si bien muchos usuarios inicialmente toman estos medicamentos comunes para ayudar en la salud física y mental, muchos de los estudios han demostrado que los medicamentos recetados en realidad pueden causar más daño al cuerpo a largo plazo al aumentar los efectos del envejecimiento, causar daños irreversibles en el corazón y el hígado, y suprimir el sistema inmunitario.
Afortunadamente, la medicina occidental moderna no es la única solución para combatir dolencias mentales, físicas y emocionales. La sanación energética, por ejemplo, se ha utilizado durante siglos para ayudar a las personas a recuperarse de enfermedades, experiencias traumáticas y otras afecciones. En este artículo, puede aprender todo lo que necesita saber sobre la sanación de energía, incluyendo:
¿Qué es la Sanación Energética?
La sanación energética es un término amplio que se utiliza para describir una variedad de técnicas de sanación holísticas que utilizan la conexión natural mente-cuerpo para promover el bienestar emocional y físico. Al acceder, canalizar, equilibrar y manipular los centros de energía natural del cuerpo, los procesos de sanación energética pueden ayudar a mantener la salud.
Si bien las prácticas varían en métodos y técnicas, cada una se basa en la idea de que cada aspecto del cuerpo está íntimamente conectado, y que al conectar el subconsciente y la conciencia, todo el cuerpo puede participar para promover la salud y el bienestar. A diferencia de los medicamentos recetados y las cirugías invasivas de las prácticas médicas convencionales, la sanación energética combina poderosos aspectos y tecnicas distintas físicos, mentales y espirituales para permitir la sanación natural del cuerpo
Para combatir esa ansiedad adaptativa, la psicóloga Montse Pascual, de la Unidad de Ansiedad de Clínica Mi Tres Torres, propone las siguientes pautas de estilo de vida:
Ejercicios de relajación (respiraciones, yoga…) y mindfulness, que “va muy bien para la ansiedad”.
Practicar ejercicio físico regular, que es un “ansiolítico natural”.
Cuidar la alimentación.
Saber poner límites, lo que se traduce, entre otras cosas, en “no excederse en el terreno laboral y no llevarse trabajo a casa”.
Saber pedir ayuda, ya que “tendemos a cargarnos con demasiadas tareas”..
Aprender a identificar los pensamientos negativos y cuestionarlos.
Cuándo acudir a un profesional
Los expertos recalcan la importancia de distinguir la ansiedad como síntoma del trastorno, que según explica Seguí es “una patología diferencial, más estructurada y con unos criterios diagnósticos claros”. Los trastornos de ansiedad “afectan al 15-20% de la población en algún momento de la vida” y suele tratarse en atención primaria, derivándose los casos más graves a unidades de psiquiatría.
La ansiedad normal o fisiológica se diferencia de la patológica en los siguientes aspectos:
Ansiedad fisiológica
Es un mecanismo de defensa frente a amenazas de la vida diaria, es una reacción a una circunstancia ambiental, tiene una función adaptativa, mejora el rendimiento, es más leve, tiene un menor componente somático y no genera demanda de atención psiquiátrica.
Ansiedad patológica
Puede bloquear una respuesta adecuada a la vida diaria, es desproporcionada a la circunstancia que la ha desencadenado, tiene una función desadaptativa, empeora el rendimiento, es más grave, tiene un mayor componente somático y genera demanda de atención psiquiátrica.
La ansiedad puede manifestarse en forma de ataques de pánico. Las crisis se presentan súbitamente con taquicardia, sudoración, dificultad para respirar, dolor de cabeza, mareo… “La persona que las sufre se siente como si se fuera a morir y acude al hospital”, señala Pascual. Esa angustia puede surgir de forma aislada o asociada a una situación. En este segundo caso se debe a una fobia, que puede ser a los espacios cerrados o abiertos, a los aviones, a los perros, a las agujas…
Estas crisis son mucho más frecuentes en las mujeres y “tienen una base hereditaria bastante importante”, precisa Seguí. “El perfil más habitual es el de una mujer joven, entre 20 y 30 años de edad”. Es una enfermedad que interfiere de forma muy significativa en el día a día de quienes la padecen. “El 70% de los pacientes, conocedores del riesgo de experimentar crisis, pueden tender a evitar situaciones como coger el coche o el metro”, relata el psiquiatra. “En los casos más graves hay pacientes que no pueden salir solos de casa”.
Además, es una patología con una alta tendencia a la cronicidad y a las recurrencias, por lo que requiere terapia psicológica y farmacológica. “En muchos casos se requiere tratamiento en unidades específicas, pero hay muy pocas”, advierte Seguí, quien también lamenta que mucha gente piense “que son patologías banales, cuando no lo son”.
La administración de fármacos específicos y la terapia psicológica cognitivo-conductual permiten tratar con éxito buena parte de los casos, siempre y cuando se actúe a tiempo. Además, hay que tener en cuenta que en muchos casos se asocian a otros trastornos, como la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el abuso de alcohol…
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